Cuando su equipo le culpa por un error o una decisión que no les gusta, es normal experimentar emociones incómodas como frustración, vergüenza o incluso inseguridad. Sin embargo, manejar la situación con empatía y responsabilidad es clave para superar el conflicto y reconstruir la confianza.

Qué hacer cuando su equipo le culpa
1. Sea honesto consigo mismo
Comience por identificar y aceptar sus emociones.
Pregúntese:
¿Qué siento realmente en esta situación?
¿Qué hice o dejé de hacer que pudo contribuir al problema?
Es posible que no toda la culpa sea suya, pero evitar una actitud defensiva es fundamental. Reconozca sus errores con humildad y dese permiso para aprender de ellos.
Consejo: La autocrítica honesta, sin caer en el auto-reproche, le ayudará a entender su rol en la situación y a enfocarse en soluciones constructivas.
2. Escuche y valide a su equipo
Programe una reunión para abordar las preocupaciones de su equipo y muestre disposición para comprender su perspectiva.
Qué hacer:
Escuche activamente y sin interrupciones.
Use frases como: "Entiendo que esta situación le haya afectado" o "Quiero comprender cómo se sienten".
Haga preguntas abiertas para explorar sus puntos de vista y repita lo que escuche para asegurar claridad: "Si entiendo bien, lo que menciona es..."
Validar sus emociones no significa que esté de acuerdo con todo, sino que reconoce su experiencia y sus preocupaciones como válidas.
3. Colabore en la búsqueda de soluciones
Una vez que haya escuchado y entendido a su equipo, trabaje con ellos para identificar cómo evitar que la situación se repita.
Qué hacer:
Invite a su equipo a compartir ideas para resolver el problema.
Evalúe las propuestas juntos y acuerden pasos concretos.
Establezca un plan de acción claro con responsabilidades definidas y plazos específicos.
El enfoque colaborativo no solo genera soluciones más efectivas, sino que también ayuda a reconstruir la confianza y refuerza la idea de que son un equipo.
Reconstruyendo la confianza paso a paso
Lidiar con la culpa dentro de su equipo puede ser desafiante, pero también es una oportunidad para crecer como líder. Al abordar el problema con honestidad, empatía y una mentalidad de soluciones, puede fortalecer las relaciones y fomentar un entorno de trabajo más resiliente y colaborativo.